El Senador Héctor Acosta agradeció el respaldo de su provincia Monseñor Nouel por su reelección por 4 años más para seguir trabajando en favor de todos los sectores de la comunidad

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Publicado  por José Zabala.

Saludos, provincia Monseñor Nouel. Toda la honra y la gloria sean para nuestro Dios. En este día, quiero con todo mi corazón y un sentimiento sincero y humilde, inclinarse ante Dios y decirle: gracias Señor por tanto.

Gracias por tu fidelidad que me ha perseguido en todo momento; gracias por honrarme nuevamente con ser un servidor público para mi país y sobre todo para mí provincia Monseñor Noel.  Quiero agradecerle a mi familia que ha estado conmigo siempre.

Darle las gracias infinitas a mi presidente y amigo, Luís Rodolfo Abinader Corona, a quien felicito también por ser reelegido en los próximos cuatro años.  Gracias a mi partido el PRM, quien ha demostrado ser una plataforma de hombres y mujeres luchadores e invencibles; a ellos, desde la dirección alta hasta cada uno de los compañeros de bases que confiaron en nosotros. ¡Gracias! Gracias a los partidos aliados que nos apoyaron.

De una manera especial, quiero agradecer a mi equipo de campaña que incansablemente se mantuvieron al pie del cañón haciendo todos los esfuerzos posibles para nosotros poder hoy estar aquí dando estas palabras de agradecimiento.  Mis respetos a ustedes.

Y con mi corazón repleto de gratitud, de compromiso, de responsabilidad, de regocijo, de dignidad; quiero a todos los ciudadanos de la provincia Monseñor Nouel, expresarles mi profundo agradecimiento por confiar en nosotros, por expresar con sus votos cuál es el norte que tienen: "el deseo de que continúe el progreso".  ¡Gracias de corazón!

Al recibir nuevamente esta gran honra, renuevo ante Dios y ante mi pueblo, el compromiso de luchar y hacer todo lo que nuestras fuerzas permitan para conseguir las reivindicaciones de nuestra provincia, la cual ha estado reclamando y esperando durante largos años.

El cambio ha comenzado, ya se ve reflejada la buena voluntad de hacer y lograr las cosas. Pero no nos conformamos hasta poder ver transformada nuestra provincia, hasta enrutarla por una vía sin devuelta, hacia el progreso y el bienestar de todos.  Hay cosas de la política que no me gustan.

Por eso siempre he dicho que no soy político, sino un simple comunitario con el deseo y la voluntad y la decisión de aportar algo a mi provincia. Me gusta servir a la gente, a los más necesitados.

No estudié ciencias políticas, pero estudié en la calle; el saber la necesidad que tiene un pueblo y cómo puedes ayudarlo sin tener que ser corrupto, ni hacer cosas incorrectas, ni creerse grande ante los demás, sino humildemente haciendo aquello que solo necesita disposición y voluntad.

Este fue un proceso que me permitió vivir muchas experiencias; un proceso que me permitió conocer el corazón de los hombres en busca de sus objetivos sin pensar en la dignidad y las circunstancia de los demás. Un proceso donde hay luchas dentro y fuera. Pero lo más importante que viví, fue el saber hasta dónde llegaba nuestra fe, y sobre todo hasta dónde Dios obra en las vidas de los que confían en él.

Hoy quiero pedirle a Dios, que me permite enfocarme en el propósito que él tiene con esta provincia; que me ayude a olvidar y perdonar a los que me levantaron calumnias y emitieron expresiones inapropiadas. Aún a los que profesan mi propia fe, decirles que ya la campaña pasó.

Y reitero de todas formas que soy un hombre temeroso de Dios, y nunca me iré, no decidiré nada en contra de los valores que he aprendido de él. "El jinete alista el caballo para la batalla, pero Dios es quien da la victoria".

Hoy quiero decirles a todos, que he sido elegido por segunda vez como el senador de nuestra provincia, de los de mi partido y de los que no son de mi partido. Estaremos sirviendo sin resentimientos, sin rencor, pero sí con mucho valor y dignidad de saber y poder decirlo a boca llena: "que contra la voluntad de Dios y el pueblo, nadie puede".

A profundizar el cambio, a trabajar, a conseguir esas obras que tanto anhelamos y necesitamos, a unirnos en un solo hombre; todos por el bien de la provincia y el país.  Que Dios bendiga a la provincia Monseñor Nouel, que Dios bendiga a nuestro país.  ¡Muchas gracias!

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