Este sábado 22 de abril honramos a nuestro Planeta Tierra. Este mismo que nos proporciona agua, alimento, vegetación y vida, básicamente lo tenemos todo. Un sistema perfectamente equilibrado que día a día soporta a su enemigo más peligroso: el ser humano.
Y es que año tras año, los científicos y expertos hacen llamados a la conservación de la vida de la Tierra. La deforestación se ha convertido en una de las mayores preocupaciones a nivel mundial y, en los últimos años, los ecosistemas costeros han empezado a tomar protagonismo en las discusiones ambientales.
La República Dominicana está ubicada en una posición privilegiada y esto le permite tener una gran variedad de especies. El clima del trópico y las costas del Mar Caribe le permiten a esta nación ser base para uno de los ecosistemas más importantes del mundo: los manglares. Por eso, para este Día de la Tierra hemos dedicado un espacio especial para hacer un llamado de atención sobre el estado en el que se encuentran y el riesgo que corren nuestros manglares.
¿Cuáles son las principales amenazas?
La pérdida de los bosques de manglares es uno de los problemas ambientales más críticos que enfrenta República Dominicana. En los últimos 50 años, más de un tercio de los manglares de República Dominicana han sido destruidos.
Según esta cuenta, 25.900 hectáreas de manglares en el país insultar se están deteriorando, amenazadas por el turismo costero, la agricultura, la urbanización, la extracción de madera, la sobreexplotación de especies como peces, cangrejos, ostras y aves y proyectos de infraestructura en las costas.
Grandes proyectos como la mega construcción de una planta de gas a pocos kilómetros de la Bahía de Manzanillo, en Montecristi; que fue adjudicado a Manzanillo Gas & Power, consorcio integrado por Haina Investment Company (HIC), Shell Gas & Power Development (Shell) y Energía de las Américas (ENERLA); figuran como una de las principales amenazas para estos importantes ecosistemas.
Tal como lo alertó la Academia de Ciencias, La construcción de este megaproyecto pudiera generar un impacto negativo, no solo durante su construcción y luego durante su operación debido a la contaminación que genera esta industria. Todo esto puede acabar degradando estos importantes bosques y dañando todo su entorno, incluida la fauna marina.
No obstante, a pesar de todos estos daños, todavía no hay ningún esfuerzo de conservación y restauración de estos grandes ecosistemas, por lo que la presión humana está haciendo que su recuperación sea cada vez más lenta o, en el peor de los casos, que no puedan recuperarse. Es por eso que en muchas ocasiones se necesitan intervenciones activas en restauración.
¿Qué pasa cuando un manglar se destruye?
Además de perder beneficios como su protección en las áreas costeras de eventos como tsunamis y de ser el hogar de miles especies marinas, terrestres y aéreas, los manglares pueden almacenar y purificar grandes cantidades de dióxido de carbono.
Los manglares son tan valiosos que absorben dióxido de carbono de la atmósfera y lo retienen durante siglos en el suelo, bajo el agua. Incluso, hay estudios que apuntan que pueden almacenar hasta 10 veces más dióxido de carbono por hectárea que los bosques terrestres.
No obstante, según Conservation International, cuando se degradan o se destruyen, los manglares y otros ecosistemas costeros emiten a la atmósfera el dióxido de carbono que han retenido durante siglos y se convierten en una fuente de gases de efecto invernadero.
Es tan grande este impacto que los manglares degradados emiten cada año hasta mil millones de toneladas de CO2. Esto equivale a todas las emisiones de los coches, autobuses, aviones y barcos de EE. UU. del año 2017.
Entonces, ¿Debemos permitir que grandes empresas como HIC, Shell y Enerla se adueñen de las costas dominicanas para beneficio propio? La respuesta es no. Nuestros manglares son mucho más valiosos que cualquier proyecto de energía eléctrica y el Día de la Tierra es una fecha para reiterar la importancia que tienen los manglares para la vida de nuestro planeta.